Un día de relax en casa

Un día de relax en casa

A menudo en la rutina diaria echamos de menos las vacaciones, descansar y recargar las pilas. A veces, por diferentes motivos no podemos irnos de vacaciones, fin de semana o simplemente a pasar un día en un balneario. Otras, sencillamente, nos apetece quedarnos en casa sin hacer nada.

Hoy te propongo cambiar ese no hacer nada por un plan más atractivo: un día de relax en casa.

Bueno, para ser sinceros, también incluye algún ratito fuera, aunque esto se puede cambiar a tu gusto 😉

Ya se que me vas a decir que relajarse en casa no es tan fácil si tienes familia, especialmente niños pequeños. Pero esto se puede arreglar.

Negocia con tu familia, especialmente con tu pareja, para tener ciertos ratos para ti (o todo el día). Pueden hacer otra actividad fuera mientras tu te quedas en casa o puedes compartir con ellos los ratos de tu día que te apetezca, por ejemplo la comida y el paseo.

También puedes (y sería interesante hacerlo de vez en cuando) plantearlo como un día de relax en familia. Verás que la relación es distinta y lo disfrutáis todos, estableciendo quizá algunas normas de antemano.

un día de relax en casa

Esta es en realidad una «idea básica» a la que puedes añadir todas las variables que quieras:

  • Aunque no te parezca una buena idea a priori, te invito a levantarte pronto. No es necesario que sea a las 7, pero si te levantas a las 11 habrás perdido media mañana y te levantarás algo «atontado/a». Te propongo disfrutar del amanecer, no bajes del todo la persiana al acostarte y deja que la luz del sol te vaya despertando de manera natural. Te despertarás con energía, haz la prueba.
  • Prepara un desayuno especial. Ese desayuno, que por falta de tiempo, no sueles hacer normalmente, y tómalo sin prisa.
  • Durante el día toma frutas frescas, frutos secos, zumos naturales, infusiones… lo que más te apetezca, pero no tires de «picoteo basura».
  • Haz una sesión de yoga o meditación. Si tienes posibilidad y el tiempo acompaña hazla al aire libre, verás qué diferencia.
  • Lee, dibuja, escucha música, escribe… lo que a ti te guste hacer y te relaje, pero que no tenga nada que ver con el trabajo o el día a día. Haz algo que te gusta por el simple hecho de disfrutarlo.
  • Toma una comida que te guste especialmente. Eso sí, procura que sea sana, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. Haz de tu comida un ritual para disfrutar: no comas en la cocina como todos los días, hazlo en el salón o en la terraza. Pon la mesa bonita, no pongas la tele aunque si te apetece pon música. Come de manera consciente, disfrutando cada bocado, sin prisas, saboreando la comida y la bebida y agradeciendo tener la oportunidad de hacerlo.
  • Descansa un ratito después de comer y luego sal a pasear. Durante el paseo siéntate en algún momento a disfrutar de la naturaleza, de la calma, mira los detalles en los que normalmente no te fijas por las prisas: el color de las hojas de los árboles, en los olores, la temperatura del aire… Si puedes hazlo en un parque o en la naturaleza. Te recargarás de energía según lo haces y disfrutarás de un aire más limpio.
  • Si tienes la oportunidad (según dónde vivas y la estación del año será más o menos fácil) mira la puesta de sol, es un momento especial. Hazlo en silencio y con la mente atenta, disfrutando de sus colores, de la luz, como una meditación.
  • Acaba el día con un baño relajante. Pon unas esencias, sales de baño, velas, música… todo lo que te apetezca. ¡Y disfruta!
  • Haz unas cuantas respiraciones profundas antes de acostarte, y si puedes medita aunque sea 10 minutos. Verás que bien duermes.

A esta lista se puede añadir muchas cosas, cambiar o quitar. Por ejemplo, si estás cerca del mar, podrías añadir un baño en él. O si vives en un lugar de montaña, perderte todo el día en ella.

Piensa de antemano lo que quieres hacer para no dispersarte y aprovechar el tiempo, pero no te cierres ni tengas prisas por cumplir un horario. El objetivo del día es relajarte y disfrutar, recargar las pilas sin agobios y olvidarte un poco del reloj.

Como te decía esta es sólo una propuesta básica. Pon en tu agenda el día que te vas a tomar y ¡no te lo saltes!

¿Qué te gustaría hacer en tu día de relax? Compártelo en los comentarios 🙂

Si quieres practicar yoga y meditación en tu día de relax puedes usar los recursos gratuitos que encontrarás en nuestra web y blog.

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Verónica Bernal

Acompaño a las personas que están dispuestas a tomar las riendas de su propio bienestar compartiendo mis conocimientos sobre yoga, meditación y terapias manuales, guiándoles para aprovechar todo su potencial en las distintas etapas de sus vidas.

2 thoughts on “Un día de relax en casa

  1. Muchas gracias, a diario lo hago el estar sola y estar tranquila relajada y si estoy con mi familia
    disfruto como tu bien aconsejas.

    1. ¡Hola Lucía! Qué bien que sepas encontrar tus momentos de relax, y que sepas disfrutar de la soledad y de la compañía. ¡Siempre en equilibio! Namasté.

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