Episodio 43. La práctica personal de yoga: de la tradición a la vida moderna
El yoga, tal como lo conocemos hoy, ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. Su esencia sigue intacta, pero las formas en las que lo practicamos y entendemos han evolucionado para adaptarse a las necesidades de cada época.
En este episodio exploraremos cómo era la práctica personal de yoga en sus inicios, cómo ha cambiado hasta nuestros días y por qué, en medio de tantas opciones, recuperar el espíritu de esta práctica puede ser la clave para un camino de autodescubrimiento y transformación.
Pero antes de empezar te voy a invitar a echar un vistazo los cursos de yoga online en los que te enseño a tener una practica personal autónoma y adaptada a tus necesidades, sin depender de vídeos o meditaciones guiadas, y lo más importante, a crear tu estilo de vida yogui con el objetivo de sacar la felicidad fuera de la caja.
El origen de la práctica personal: el maestro y el discípulo
En los textos clásicos de yoga, como los Yoga Sutras de Patanjali o el Hatha Yoga Pradipika, la práctica se concebía como un viaje profundamente personal. En la tradición, el yoga no se enseñaba en grandes grupos ni a través de métodos uniformes. Un maestro trabajaba directamente con cada discípulo, atendiendo a lo que necesitaba a nivel físico, mental y espiritual, para diseñar una práctica única, adaptada a su nivel de experiencia y necesidades específicas.
Esta relación íntima y personalizada permitía que el yoga se convirtiera en una herramienta viva de transformación, en lugar de un conjunto de técnicas repetidas mecánicamente. Cada práctica era un reflejo de quién era el discípulo en ese momento de su vida, y el objetivo siempre era fomentar la autonomía, para que el estudiante pudiera integrar el yoga como parte de su vida cotidiana, sin depender del maestro para siempre.
La práctica personal de yoga en la actualidad
Hoy día, el concepto de práctica personal se ha diluido en muchos casos y se ha confundido en otros. Hay quien no sabe que existe el concepto de practica personal y quien cree que practicar en casa sin más ya es una práctica personal.
Vivimos en una época donde la inmediatez y la accesibilidad han hecho que podamos acceder a plataformas de yoga online, con bibliotecas de vídeos y meditaciones guiadas casi infinitas, más parecido a Netflix que a una escuela de yoga.
Estas plataformas tienen una ventaja, han democratizado el yoga, lo cual es maravilloso, pero también han creado una confusión: practicar en casa no siempre significa tener una práctica personal. Practicar con vídeos y meditaciones guiadas aleatoriamente no es tener una práctica personal de yoga. Repetir una serie de un libro sin más tampoco… aunque se parezca. Te explico la diferencia.
Una práctica personal de yoga sigue siendo, como en la tradición, un camino único y adaptado. No es seguir el ritmo de un vídeo pregrabado ni repetir siempre las mismas posturas sin cuestionar cómo nos afectan. Es una práctica viva, muy consciente, que cambia contigo día a día, escuchándote y permitiéndote conectar con tus necesidades más profundas.
Esta práctica puede incluir:
- Asanas (posturas): adaptadas a tu nivel de energía y estado físico diario.
- Pranayama (respiración consciente): para equilibrar mente y cuerpo.
- Meditación: como espacio de introspección y conexión.
- Satkarmas: técnicas de limpieza física y mental que favorecen el bienestar integral.
- Swayaya: autoconocimiento (crecimiento personal) y conocimiento de los textos clásicos (filosofía)
El objetivo es que esta práctica no sea un momento aislado, sino que se extienda a tu día a día, influyendo en cómo gestionas el estrés, te relacionas con los demás y vives tu vida en general.
La diferencia entre clases grupales y práctica personal
Es importante entender que las clases grupales y la práctica personal no son lo mismo, aunque pueden complementarse.
- Clases grupales: Son una oportunidad fantástica para compartir la experiencia con otros practicantes y recibir orientación de un profesor en tiempo real. Sin embargo, están diseñadas para un grupo y no pueden adaptarse completamente a tus necesidades individuales.
- Práctica personal: Es un espacio íntimo donde tú eres el protagonista, una práctica totalmente adaptada a ti. Aquí, tú eres el maestro de tu propia experiencia, aunque inicialmente requiere la guía de un profesor/a para aprender a establecerla y nutrirla.
Ambas tienen su valor, pero si solo practicas en clases grupales o con vídeos online, es posible que sientas que algo falta. La práctica personal es ese puente que te conecta contigo mismo de una manera más profunda, permitiéndote aplicar lo aprendido en clases o recursos online a tu vida diaria.
¿Practicar en casa es una práctica personal?
No siempre. Muchas personas confunden practicar en casa con tener una práctica personal. Sin embargo, si siempre dependes de un vídeo o una meditación guiada, sigues estando en un sistema externo, donde otra persona marca el ritmo y las pautas.
La práctica personal, en cambio, es autónoma. Es un espacio de autoconocimiento y libertad, donde aprendes a escuchar a tu cuerpo y tu mente para decidir qué es lo que realmente necesitas en cada momento, y darte lo que necesitas.
Esto no significa que no puedas usar vídeos o audios como apoyo ocasional, pero el objetivo es que desarrolles la capacidad de practicar por tu cuenta, sin depender de herramientas externas. La autonomía implica tomar la responsabilidad de tu práctica, es una especie de madurez que adquieres como practicante y que te ayuda a crecer e integrar el yoga en tu vida de forma más profunda.
La importancia de ser autónomo en tu práctica
¿Por qué es tan importante aprender a practicar de manera autónoma? Porque el yoga no es solo algo que haces, es algo que vives. Cuando aprendes a escuchar tu cuerpo, gestionar tus emociones y adaptar tu práctica a tus necesidades, estás cultivando habilidades que trascienden la esterilla.
La autonomía te da libertad. No necesitas esperar a tener tiempo para una clase o acceso a un vídeo específico. Puedes practicar en cualquier momento, en cualquier lugar, porque tienes las herramientas y el conocimiento para hacerlo.
Más allá de los beneficios físicos, la práctica personal fomenta el crecimiento personal, ayudándote a enfrentar desafíos con mayor claridad, encontrar paz en el caos y vivir con propósito.
Enyógate: tu aliado en el camino hacia la práctica personal
En Enyógate, entendemos lo valiosa que es una práctica personal y lo difícil que puede ser dar el primer paso hacia ella por tu cuenta. Pero no tienes que hacerlo solo/a.
Si sientes que es el momento de profundizar en tu camino, aprender a conectar contigo mismo/a y llevar tu práctica al siguiente nivel, te invitamos a unirte a nuestra escuela. Aquí encontrarás la orientación que necesitas para que el yoga sea una parte integral y transformadora de tu vida, tanto si empiezas desde cero (curso de iniciación al yoga) como si ya llevas algún tiempo practicando (Mentoría Samadhi).
Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.
Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.
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