Episodio 75. Qué son los chakras en realidad: entre la sabiduría ancestral y la neurociencia
Es fácil perderse cuando se habla de chakras.
Demasiadas veces se presentan como algo mágico, colorido y etéreo. Se mezclan con cristales, astrología, visualizaciones multicolores y promesas de iluminación exprés. Pero si dejamos de lado esa capa superficial y volvemos al origen, descubrimos que los chakras son, en realidad, una herramienta de autoconocimiento poderosa, profunda y muy humana.
Los chakras no son magia new age. Son una forma de entendernos, de leer nuestras emociones, nuestra energía y nuestro cuerpo desde dentro. Son la psicología del yoga. Y sorprendentemente, lo que el yoga describe desde hace siglos empieza a tener hoy paralelismos con descubrimientos de la neurociencia.
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Chakras: centros de energía-conciencia
La palabra “chakra” significa en sánscrito “rueda” o “círculo”. En los textos clásicos del yoga se describe como un vórtice de energía, una intersección de canales sutiles (nadis) por los que fluye el prāṇa, la energía vital.
Pero no estamos hablando de algo esotérico o invisible en términos sobrenaturales.
En un lenguaje más occidental, los chakras, son representaciones simbólicas de cómo nos afecta la vida en diferentes niveles: físico, emocional, mental, espiritual.
Cada chakra refleja un aspecto de nuestra experiencia humana:
- El primer chakra (raíz) tiene que ver con la seguridad y la supervivencia.
- El segundo (sacro) con el placer y la emoción.
- El tercero (plexo solar) con el poder personal y la voluntad.
- El cuarto (corazón) con el amor y la compasión.
- El quinto (garganta) con la expresión y la materialización de tus pensamientos.
- El sexto (entrecejo) con la intuición y la parte mental.
- El séptimo (corona) con la conexión con algo más grande que uno mismo.
Este mapa no es dogma, es observación. Es una forma de leer el cuerpo y la mente como un solo organismo.
El cuerpo habla… y recuerda
¿Alguna vez has sentido un nudo en el estómago cuando te enfrentas a una situación incómoda? ¿O una presión en el pecho cuando estás triste? ¿Te ha pasado que sientes la garganta cerrada cuando no puedes decir lo que sientes?
No es casualidad. El cuerpo tiene memoria. Emociones no expresadas, traumas antiguos, patrones de pensamiento se quedan alojados en zonas concretas del cuerpo. Y esas zonas… coinciden con los chakras.
El yoga, desde hace milenios, observa cómo cada parte del cuerpo está relacionada con aspectos emocionales y existenciales. Lo que hoy llamamos “psicosomática” es algo que ya estaba integrado en la visión del yoga desde el principio.
Neurociencia y sabiduría ancestral: más cerca de lo que crees
Hoy la ciencia empieza a confirmar lo que el yoga ha enseñado desde hace siglos: que no sólo pensamos con el cerebro.
En el intestino, por ejemplo, hay millones de neuronas: se le llama el segundo cerebro. Tiene autonomía, memoria y afecta directamente a nuestras emociones y decisiones. En el corazón también hay una red neuronal capaz de procesar información, influir en el cerebro y generar campos electromagnéticos potentes. El sistema nervioso autónomo regula sin que lo notemos muchas funciones que afectan a nuestro estado interno.
¿Y adivina qué? Estas zonas coinciden con varios de los chakras más importantes: el plexo solar, el corazón, el sacro…
Además, cada chakra está vinculado a una glándula endocrina que regula hormonas esenciales para nuestro bienestar: las suprarrenales, la tiroides, la hipófisis, entre otras. No es fantasía: es anatomía.
Esto no significa que los chakras se puedan ver con una resonancia magnética. Pero sí que el sistema de chakras describe con precisión zonas del cuerpo donde confluyen funciones nerviosas, hormonales y emocionales fundamentales. Es un lenguaje diferente para hablar de lo mismo.
Un mapa para crecer por dentro
Lo más potente de los chakras no es su explicación científica, sino su utilidad práctica.
Cada uno representa un nivel de desarrollo. No se trata de “abrir” y “cerrar” chakras como fuesen puertas, sino de observar en qué aspectos de tu vida hay bloqueos o desequilibrios, y desde ahí trabajar. Con honestidad.
¿Te cuesta poner límites? El primer chakra puede estar en desequilibrio.
¿Sientes culpa por disfrutar? Puede haber trabajo pendiente en el segundo.
¿Te cuesta expresarte sin miedo? Probablemente el quinto chakra te esté hablando.
Los chakras nos dan un mapa para volver a habitar el cuerpo, para escucharnos de verdad, y para evolucionar desde dentro.
Cómo se trabajan los chakras en yoga (de verdad)
No necesitas cuarzos ni esencias para “activar” nada. Lo que necesitas es presencia.
Los chakras se trabajan con:
- Posturas físicas que estimulan zonas concretas del cuerpo.
- Respiraciones que movilizan la energía sutil (prāṇāyāma).
- Meditaciones que ayudan a observarte sin juicio.
- Escritura, reflexión, silencio o terapia psicológica.
Es una práctica viva. No se trata de teorizar, sino de vivenciar.
Y lo más importante de conectar con tu yo mas profundo, más auténtico, más libre, más coherente.
En Samadhi, los trabajamos uno a uno… desde dentro
En la mentoría Samadhi, dedicamos tiempo a explorar cada chakra en profundidad. Con un enfoque realista y práctico, desde la teoría y la experiencia. Combinamos la práctica física con herramientas de autoconocimiento, meditación, escritura consciente y un acompañamiento que te ayuda a integrar lo que descubres.
Porque los chakras son la puerta a una transformación profunda y real. Y tú tienes la llave.
Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.
Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.
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