El hombre en busca de sentido


Episodio 61. “El hombre en busca de sentido” y su conexión con el yoga


Hay libros que te marcan, que te sacuden, que dejan una huella profunda en tu forma de ver la vida. El hombre en busca de sentido es uno de ellos. No es un libro cualquiera. Es el testimonio de alguien que vivió el horror en su máxima expresión y, aun así, encontró un propósito para seguir adelante.

En el episodio de hoy voy a hablarte de este libro, que aunque es corto contiene muchas lecciones de vida sobre el sentido de la existencia, el sufrimiento, el autoconocimiento y la manera en la que afrontamos la vida.

Pero antes de empezar te voy a invitar a echar un vistazo los cursos de yoga online en los que te enseño a tener una practica personal autónoma y adaptada a tus necesidades, sin depender de vídeos o meditaciones guiadas, y lo más importante, a crear tu estilo de vida yogui con el objetivo de sacar la felicidad fuera de la caja.

“El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl.

El hombre en busca de sentido no es un libro fácil de leer, no por la forma, sino por el contenido. No es un libro que pretenda narrar los horrores de los campos de concentración nazis, pero aún así lo hace, y es muy duro leer ciertas cosas sabiendo que son verídicas.

Es difícil también aceptar que el ser humano es capaz de causar tanto tanto sufrimiento, y es difícil aceptar que millones de personas puedan vivir semejante injusticia.

Pero detrás de todo eso el autor arroja un mensaje de esperanza con su relato: a pesar de que las condiciones sean tan extremas que la supervivencia esté en juego cada minuto de la vida, tenemos el poder (que nadie nos puede quitar) de encontrar sentido a nuestra existencia y ver luz en la oscuridad.

Pero antes de hablar de la obra, hablemos del hombre detrás de ella para entender mejor.

Viktor Frankl: el psiquiatra que comprendió la vida en el límite

Viktor Emil Frankl nació en Viena en 1905 y desde joven mostró un interés profundo por entender la mente humana. Psiquiatra y neurólogo, su trabajo se centró en la búsqueda de sentido como motor de la existencia.

Pero su vida cambió drásticamente cuando, en plena Segunda Guerra Mundial, fue deportado a varios campos de concentración nazis, incluido Auschwitz. Ahí perdió a su familia, vio lo peor de la humanidad y, aun así, descubrió algo que lo mantuvo en pie: el sentido de la vida no depende de las circunstancias externas, sino de la actitud que elegimos tomar ante ellas.

Después de la guerra, en lugar de hundirse en el dolor, Frankl volcó su experiencia en la creación de la logoterapia, una rama de la psicoterapia basada en la idea de que el ser humano puede soportar casi cualquier sufrimiento si encuentra un propósito que le dé sentido.

Logoterapia y su conexión con el dharma en el yoga

La logoterapia parte de un principio esencial: el ser humano no solo busca placer o poder, sino sentido. Frankl descubrió que, cuando una persona encuentra un propósito mayor, es capaz de soportar incluso las condiciones más adversas sin quebrarse del todo.

Este concepto resuena profundamente con la filosofía del yoga, en particular con el dharma. En el pensamiento yóguico, el dharma es el propósito de vida, aquello para lo que hemos venido al mundo. No se trata solo de una meta, sino de vivir en coherencia con nuestra esencia más profunda.

Cuando una persona se desconecta de su dharma, siente vacío, ansiedad y sufrimiento, aunque lo tenga “todo” en el plano material. Del mismo modo, cuando alguien encuentra su propósito, incluso en circunstancias difíciles, se siente alineado, con paz interior y fuerza para seguir adelante.

Frankl nos recuerda que podemos elegir cómo responder ante el sufrimiento. El yoga nos da las herramientas para cultivar esa elección a través de la meditación, el autoconocimiento y la práctica de la presencia. Ambas disciplinas nos enseñan que no se trata de eliminar el dolor, sino de encontrarle sentido y usarlo como un camino de crecimiento.

Un libro que transforma la forma en que ves el sufrimiento

El hombre en busca de sentido es una obra breve pero impactante. Frankl no solo narra su experiencia en los campos de concentración, sino que extrae de ella una lección universal: la verdadera libertad del ser humano radica en su capacidad de elegir cómo responder ante cualquier situación.

No es un libro para leer a la ligera. Cada página tiene el peso de una verdad incómoda pero necesaria: en ocasiones el sufrimiento es inevitable, pero la desesperanza no lo es. Frankl demuestra que, incluso en las condiciones más extremas, hay quienes encuentran sentido en su existencia, mientras que otros, ante la misma realidad, se dejan consumir por el vacío.

Y aquí es donde entra su paralelismo con el yoga.

La conexión con el yoga: el sentido como camino hacia la paz interior

En esencia, el mensaje de Frankl y la enseñanza del yoga tienen mucho en común.

El yoga no es solo posturas en una esterilla. Es una filosofía de vida que nos invita a observar la mente, comprender el sufrimiento y trascenderlo a través del autoconocimiento y la conexión con algo más grande que uno mismo.

Uno de los principios clave del yoga es la aceptación: no como resignación, sino como la capacidad de estar presentes con lo que es, sin huir ni rechazar la realidad. Tal como Frankl explica en su libro, no podemos controlar lo que nos sucede, pero sí podemos elegir cómo responder.

Además, el yoga nos habla de Svadhyaya, el estudio de uno mismo. Frankl, en su búsqueda del sentido, nos lleva a esa misma introspección: ¿para qué estamos aquí? ¿Cómo podemos encontrar propósito en medio de la adversidad?

Otro punto en común es el concepto de Santosha, el contentamiento. En el yoga, se nos enseña que la paz no viene de lo que tenemos o de lo que nos sucede, sino de la manera en que nos relacionamos con ello. Frankl nos muestra, con su propia historia, que incluso en los momentos más oscuros es posible encontrar luz si se tiene una razón para seguir adelante.

Un libro que todo practicante de yoga debería leer

El hombre en busca de sentido es una lectura que te hará reflexionar sobre la resiliencia, la aceptación y la importancia de encontrar un propósito más allá del placer inmediato.

Porque, al final, el valor del yoga no está solo en los efectos que tiene en el cuerpo. Está en la manera en que vivimos, en cómo enfrentamos las dificultades y en la capacidad de mantenernos en equilibrio incluso cuando todo a nuestro alrededor parece tambalearse.

Si este tema te interesa y quieres profundizar en cómo integrar el yoga en tu vida, en nuestra Mentoría Samadhi encontrarás un espacio para ello. A través del yoga, la meditación y la filosofía, aprenderás a cultivar la calma y el equilibrio, que te harán capaz de encontrar propósito incluso en medio del caos.

Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.

Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.

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