Episodio 34. Yoga es para todos: descubre una práctica que se adapta a ti
Cuando hablo con personas que no practican yoga y les cuento que soy profesora, algunas me dicen “el yoga no es para mi”: se imaginan un grupo de personas haciendo posturas imposibles, en completo silencio y con una serenidad que parece inalcanzable.
Estas personas se detienen aquí, atrapadas en una mezcla de inseguridades y objeciones: «yo no soy flexible», «no puedo concentrarme», «no sé poner la mente en blanco», «sólo van mujeres» (algunos hombres), «no me gustan las cosas raras».
Si alguna de estas frases ha pasado por tu mente alguna vez, déjame decirte algo: es completamente normal. Esas ideas no son una barrera, sino un punto de partida. Porque el yoga no exige que seas de una manera específica; el yoga se adapta a ti, tal y como eres.
Pero antes de empezar te voy a invitar a echar un vistazo los cursos de yoga online en los que te enseño a tener una practica personal autónoma y adaptada a tus necesidades, sin depender de vídeos o meditaciones guiadas, y lo más importante, a crear tu estilo de vida yogui con el objetivo de sacar la felicidad fuera de la caja.
Las creencias que te separan del yoga
Es común tener ideas preconcebidas sobre el yoga, sobre todo si nunca lo has practicado. Vamos a desmontar algunas de las más frecuentes:
- “No soy flexible, así que no puedo hacer yoga”
Esta es una de las creencias más comunes, pero también una de las más equivocadas. El yoga no es una prueba de flexibilidad; es una herramienta para ayudarte a ganar movilidad, fuerza y consciencia corporal. Tu nivel actual no importa, porque el yoga empieza exactamente donde estás. La flexibilidad no es un requisito para practicar yoga, sino una consecuencia. - “No me concentro, así que no puedo meditar”
Es irónico, pero es precisamente la falta de concentración lo que hace que el yoga y la meditación sean tan valiosos. No necesitas “poner la mente en blanco” (spoiler: no se trata de eso); necesitas un espacio donde aprender a escuchar tus pensamientos y encontrar calma en medio del ruido. Que te cueste concentrarte es precisamente un síntoma de que la meditación es justo lo que necesitas. - “Sólo van mujeres a las clases de yoga”
Si piensas esto, te sorprenderá saber que, históricamente, el yoga era practicado exclusivamente por hombres en la India. Hoy, el yoga es para todas las personas, sin importar su género, porque su enfoque es inclusivo y universal. - “El yoga es algo raro, no encaja conmigo”
Este es un claro ejemplo de tener “miedo” a lo diferente y desconocido, ya que el yoga está irremediablemente empapado de la cultura India, que es su cuna. Pero el yoga no exige que sigas ninguna tradición en particular, ni hagas nada que vaya en contra de tus creencias; es una práctica personal que puedes abordar desde el enfoque que encaje contigo. El yoga es solo una manera diferente de cuidar de tu cuerpo y tu mente. Lo importante es lo que sientes, no lo que parece. - “Tengo limitaciones físicas, no puedo practicar yoga”
El yoga es extraordinariamente adaptable. Existen posturas, técnicas y estilos que se ajustan a todo tipo de cuerpos, edades y condiciones. Desde personas mayores con movilidad reducida hasta atletas con lesiones específicas, siempre hay una manera de practicarlo de forma segura y efectiva.
Yoga es para todos: una práctica inclusiva y universal
El yoga es mucho más que posturas; es un camino hacia el bienestar integral que se adapta a las circunstancias de cada persona. Aquí algunos ejemplos:
- Diferentes edades: Un niño, una embarazada y un adulto mayor, por poner algunos ejemplos, pueden beneficiarse del yoga, pero no de la misma manera. Por eso, la práctica se personaliza según las necesidades de cada etapa de la vida.
- Diversidad corporal: Ya sea que tengas un cuerpo muy flexible o rígido, que necesites fortalecer o recuperar movilidad, el yoga tiene herramientas para ti.
- Condiciones de salud: Con el asesoramiento adecuado y respetando las indicaciones médicas, el yoga puede ser una práctica segura incluso para personas con lesiones o enfermedades crónicas.
- Creencias y culturas: No importa tu religión, ideología o filosofía de vida; el yoga no interfiere con tus creencias, sino que se integra en tu vida según lo necesites.
El yoga no discrimina, no exige, no juzga. Es un espacio que se adapta a ti y a tus circunstancias, respetando quién eres y cómo te sientes.
¿Cómo dar el primer paso?
Entender que el yoga es para ti es el primer paso, pero ¿qué sigue? Aquí es donde entra en juego nuestra misión en Enyógate. Hemos diseñado cursos que te acompañan desde el principio, respetando tu nivel, tus dudas y tus circunstancias personales.
Para quienes empiezan desde cero
El Curso de Iniciación al Yoga es ideal si eres principiante. Es una introducción sencilla, clara y práctica que te permitirá:
- Conocer las bases del yoga sin sentirte abrumado.
- Explorar sus beneficios físicos y mentales desde la primera sesión.
- Establecer una práctica básica que se adapte a tu ritmo de vida.
Para quienes buscan profundizar
Si ya tienes algo de experiencia o sientes que el yoga puede ser más que un simple ejercicio, la Mentoría Samadhi es nuestra propuesta más completa. Durante seis meses, te ayudaremos a:
- Diseñar una práctica personal y autónoma, adaptada completamente a tus necesidades.
- Comprender el yoga no solo como una práctica física, sino como un camino hacia el bienestar integral.
- Aprender a integrar herramientas como la meditación, la respiración y la filosofía yogui en tu vida cotidiana.
La historia de María: una inspiración para dar el salto
María es madre de dos niños pequeños, trabaja a tiempo completo y llevaba años posponiendo su cuidado personal. Siempre pensó que el yoga no era para ella: apenas tenía tiempo libre, llevaba años sin hacer ejercicio y no se sentía precisamente en forma, y con todo lo que llevaba en la cabeza se veía incapaz de concentrarse para meditar.
Un día, después de un agotador día de trabajo, decidió darle una oportunidad a una breve práctica de yoga en casa. A los pocos minutos, sintió algo que no había experimentado en mucho tiempo: calma. No porque su vida hubiera cambiado en un instante, sino porque, por primera vez, había encontrado un espacio para sí misma.
Hoy, María practica yoga regularmente. Hizo la Mentoría Samadhi conmigo y no hace posturas perfectas ni tiene más horas libres, pero ha aprendido a adaptar la práctica a su vida, y eso ha transformado su día a día.
El yoga es para ti
Si aún no practicas yoga, probablemente ya te hayas dado cuenta de que el yoga puede ser exactamente lo que necesitas. No importa tu edad, tu flexibilidad, tu género o tus creencias: el yoga es inclusivo, accesible y está diseñado para ayudarte a conectar contigo mismo.
En Enyógate, queremos acompañarte en este camino. Tanto si estás comenzando como si quieres profundizar, tenemos el curso adecuado para ti.
Anímate a descubrirlo!
Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.
Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.
Deja una respuesta