episodio 21. Para dormir… ¿meditación o relajación?
En la búsqueda de un sueño reparador, muchas personas recurren a meditaciones guiadas, descargan apps o buscan videos en internet con la esperanza de que los ayuden a conciliar el sueño. Sin embargo, esta estrategia a menudo no da los resultados esperados. ¿Por qué? Porque, aunque la meditación es una herramienta valiosa para el bienestar, no es la técnica más adecuada para ayudarnos a dormir. En realidad, la relajación es el camino más eficaz cuando buscamos descansar profundamente.
Vamos a aclarar las diferencias entre meditación y relajación, sus propósitos, y por qué deberías priorizar la relajación en tus rutinas nocturnas.
Pero antes de empezar te voy a invitar a echar un vistazo los cursos de yoga online en los que te enseño a tener una practica personal autónoma y adaptada a tus necesidades, sin depender de vídeos o meditaciones guiadas, y lo más importante, a crear tu estilo de vida yogui con el objetivo de sacar la felicidad fuera de la caja.
¿Para dormir… meditación o relajación?
Imagina la escena: has tenido un día largo, lleno de pendientes y reuniones. Por fin te tumbas en la cama, pero en lugar de sentir que el sueño te envuelve, tu mente empieza a repasar todo lo que sucedió hoy y lo que aún está por hacer mañana. En un intento de desconectar, abres una app y buscas algo que suene prometedor: “meditación guiada para dormir”.
Este es un escenario muy común. Muchas personas confunden meditación con relajación, pensando que ambas tienen el mismo efecto sobre el cuerpo y la mente, especialmente cuando se trata de dormir. Pero aquí está el detalle: aunque la meditación y la relajación pueden parecer similares, tienen propósitos muy diferentes. Y las apps y videos en internet (en general) no hacen sino confundirnos más. Ni todo lo que se titula meditación lo es, ni la meditación es lo más indicado para inducir el sueño.
La meditación: una herramienta para despertar la mente
La meditación es, por naturaleza, un ejercicio mental. Es como llevar tu mente al gimnasio: se trata de entrenarla para que esté presente, para observar los pensamientos sin juzgarlos y para encontrar un espacio de calma en medio del caos. Pero ese enfoque requiere una mente despierta, alerta. Cuando meditas, estás, en esencia, trabajando para centrarte, no para desconectarte.
Y aquí está el punto crítico: esa cualidad activa de la meditación puede jugarte una mala pasada si lo que realmente necesitas es dormir. Piensa en esto: al meditar, es posible que emerjan pensamientos o emociones que estaban escondidos bajo la superficie, esperando su momento para ser escuchados. Si has tenido un día estresante o estás atravesando un periodo emocionalmente intenso, lo último que quieres antes de dormir es enfrentarte a esas olas de pensamientos. La meditación, en lugar de calmar, puede remover.
Por supuesto, esto no significa que la meditación sea “mala” o que no pueda formar parte de tu rutina nocturna. Simplemente, no es la herramienta más adecuada para conciliar el sueño.
La relajación: el arte de soltar
Por otro lado, la relajación tiene un objetivo completamente diferente. No se trata de entrenar la mente ni de confrontar pensamientos, sino de soltar, de liberar tensiones acumuladas y permitir que el cuerpo y la mente entren en un estado de calma profunda.
Mientras que la meditación mantiene a la mente activa y centrada, la relajación la deja libre para desconectarse. Es como si preparara el escenario perfecto para que el sueño llegue de manera natural. Una práctica de relajación bien guiada ayuda a reducir la actividad del sistema nervioso, ralentizar el ritmo cardíaco y liberar cualquier tensión física que pueda estar interfiriendo con tu descanso.
Confusión en la era de las apps y el “contenido instantáneo”
El problema actual es que muchas apps o guías en internet no distinguen claramente entre meditación y relajación. Es fácil encontrar meditaciones etiquetadas como “para dormir”, cuando en realidad lo que proponen es una práctica de atención plena que, aunque beneficiosa en otros momentos del día, no es lo más efectivo para conciliar el sueño.
Cuando buscas algo que te ayude a descansar, lo que necesitas es una práctica de relajación: algo que lleve a tu cuerpo a un estado de calma física y a tu mente a desconectar. No necesitas que tu atención esté activa ni que te enfrentes a tus pensamientos más profundos justo antes de apagar la luz.
Relajación y yoga: una combinación ideal para el descanso
El yoga tiene un papel importante en este proceso. Prácticas suaves, como el yoga restaurativo o la relajación, están diseñadas para llevarte a un estado de relajación profunda. Estas sesiones trabajan tanto con el cuerpo como con la mente, ayudándote a liberar tensiones acumuladas y preparándote para un sueño reparador. Es como si acariciaran tu sistema nervioso, preparándolo para un descanso profundo y regenerador.
Entonces, ¿qué deberías hacer antes de dormir?
La próxima vez que te encuentres dando vueltas en la cama, en lugar de buscar una meditación guiada, prueba con una relajación profunda. Cierra los ojos y realiza algunas respiraciones lentas y conscientes, dejando que cada exhalación sea más larga que la anterior. Si te sientes muy tenso, puedes intentar un ejercicio de relajación muscular progresiva, tensando y soltando diferentes partes del cuerpo.
Recuerda que descansar no es solo una necesidad biológica, sino también un acto de autocuidado. Crear un ritual nocturno que combine prácticas de relajación, como el yoga o la respiración consciente, puede transformar no solo la calidad de tu sueño, sino también cómo enfrentas tus días.
En Enyógate, creemos que el descanso es una parte esencial de tu bienestar. Por eso, nuestras prácticas están diseñadas para ayudarte a conectar contigo mismo, incluso en esos momentos del día en los que parece más difícil soltar. Porque descansar bien no es un lujo: es una necesidad para vivir plenamente. Si necesitas ayuda en este sentido, el programa antiestrés y sueño puede ayudarte.
Conclusión: escucha a tu cuerpo
La meditación y la relajación son herramientas maravillosas, pero tienen objetivos diferentes. Si buscas claridad mental y un espacio para cultivar la atención plena, la meditación es tu aliada. Pero si lo que necesitas es dormir mejor, déjate guiar por la relajación. A veces, lo más sabio que podemos hacer es escuchar lo que nuestro cuerpo y mente nos piden, y elegir la práctica que realmente nos ayude en ese momento.
Lo ideal es practicar las dos, pero en momentos distintos del día, para que encuentres ese equilibrio necesario para tener un descanso reparador.
Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.
Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.
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