episodio 17. Alimentación consciente en Navidad: celebra cuidándote
Es diciembre. Las calles se llenan de luces, las reuniones se multiplican y, casi sin darnos cuenta, nos encontramos rodeados de bandejas de turrones, copas de vino y mesas llenas de platos que parecen no tener fin. La Navidad tiene un encanto especial: nos conecta con quienes queremos, nos invita a hacer pausas (aunque sean pocas) y nos envuelve en ese calor que solo traen las tradiciones.
Pero también tiene su lado menos amable: los excesos. Excesos de comida, de compromisos, de ruido… y ese “más es más” que nos deja cansados, con el estómago pesado y la mente dispersa.
Lo interesante es que no hace falta caer en el “todo o nada”. No tienes que renunciar al placer de un trozo de roscón ni al brindis con tus compañeros de trabajo para cuidarte. Puedes disfrutar de las fiestas y mantener el equilibrio. Y, como siempre, la clave está en la consciencia.
Pero antes de empezar te voy a invitar a echar un vistazo los cursos de yoga online en los que te enseño a tener una practica personal autónoma y adaptada a tus necesidades, sin depender de vídeos o meditaciones guiadas, y lo más importante, a crear tu estilo de vida yogui con el objetivo de sacar la felicidad fuera de la caja.
Entre la desconexión y el disfrute auténtico
Piensa en la última vez que estuviste en una gran cena. ¿Recuerdas el sabor del primer bocado? ¿O más bien comiste mientras hablabas, revisabas el móvil o pensabas en otra cosa? Este es uno de los problemas más comunes de nuestra relación con la comida en estas fechas: comemos rápido, distraídos, y muchas veces sin hambre real.
En las fiestas, esta desconexión se agudiza. Las emociones también juegan un papel importante:
- El estrés de las reuniones: No siempre son encuentros relajados. A veces hay tensiones familiares o la presión de “quedar bien”.
- El ambiente social: Cuando todos están comiendo de más, nos sumamos sin cuestionarlo, incluso si ya estamos saciados.
- Las emociones de fin de año: Muchas veces comemos para llenar vacíos emocionales o calmar ansiedades relacionadas con el cierre del año.
Y todo esto se traduce en un malestar que va más allá de lo físico. No es solo el estómago pesado después de la cena; es también esa sensación de descontrol que se cuela en nuestra mente.
El arte de comer conscientemente (también en Navidad)
Aquí es donde entra la alimentación consciente. No se trata de “comer menos” ni de seguir reglas estrictas. Se trata de estar presente. De volver a conectar con el acto de comer como algo más que llenar un plato.
¿Cómo se siente comer con consciencia?
Imagínate sirviéndote un plato en Nochebuena. Antes de tomar el primer bocado, haces una pausa. Observas los colores y las texturas. Percibes el aroma que sube desde la comida. Y cuando comes, realmente SABOREAS. Te das cuenta de cómo los sabores se despliegan en tu boca y de cómo tu cuerpo responde.
La alimentación consciente no te pide que renuncies a nada, solo que estés presente y escuches tu cuerpo. Puede que un pequeño trozo de turrón sea suficiente para satisfacerte, o puede que descubras que realmente prefieres repetir el plato principal. Lo importante es elegir desde un lugar de consciencia, no de inercia.
Algunas ideas para estas fiestas:
- Antes de empezar, respira. Haz una pausa consciente antes de comer y pregúntate: “¿Tengo hambre?”
- Sirve lo que creas que puedes disfrutar, no lo que parezca “poco”. El tamaño no importa; importa cómo lo disfrutes.
- Mastica despacio. Observa cómo cambia la textura y el sabor.
- Si sientes saciedad, deja el plato. Comer más de lo necesario no te hará disfrutar más.
El yoga como compañero digestivo
Por supuesto, incluso cuando somos conscientes, las comidas navideñas pueden ser pesadas. Aquí es donde el yoga se convierte en un aliado maravilloso.
El sistema digestivo y las emociones
El aparato digestivo no trabaja solo. Está íntimamente conectado con nuestras emociones. El estrés de las celebraciones, los horarios desordenados y los excesos alimenticios pueden desequilibrarlo. Las posturas de yoga (asanas) pueden ayudarte a liberar tensiones físicas y a estimular la digestión, creando espacio para que tu cuerpo procese mejor lo que le das.
Y cuando haya acabado la digestión:
- Torsión sentada (Ardha Matsyendrasana): Ayuda a masajear los órganos internos y estimula el flujo digestivo.
- Postura del niño (Balasana): Reduce la hinchazón y relaja la mente.
- Piernas arriba contra la pared (Viparita Karani): Una postura sencilla pero poderosa para activar la circulación y calmar el cuerpo después de una comida copiosa.
Practicar estas posturas no solo alivia el cuerpo; también te conecta contigo mismo, ayudándote a cerrar el día con más tranquilidad y gratitud.
Disfrutar conscientemente: un regalo para ti mismo
Las Navidades son una oportunidad maravillosa para celebrar la vida, pero no necesitas sacrificar tu bienestar en el proceso. Al practicar la alimentación consciente y recurrir al yoga como aliado, puedes disfrutar plenamente de cada momento, cuidándote física y emocionalmente.
Recuerda: el autocuidado no es egoísmo, es un acto de amor propio. Y si este año decides regalarte algo especial, que sea la intención de vivir las fiestas con más presencia y equilibrio. En Enyógate, te acompañamos en ese camino con herramientas y prácticas diseñadas para que conectes con lo mejor de ti, incluso en los momentos más ajetreados.
Te agradezco mucho que hayas decidido compartir este ratito de yoga conmigo, me encantará que me dejes un comentario en Spotify, en nuesto canal de Telegram o RRSS y sobretodo, muchas gracias por unirte a La Escuela online en Enyógate.com, porque de esa manera lo que hago cobra sentido y además me ayudas a que pueda seguir ofreciendo espacios como este.
Te espero en el próximo episodio. Que tengas un día estupendo, consciente y lleno de sentido. Namasté.


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