Kakasana o la postura del cuervo es una postura de equilibrio sobre los brazos. En yoga, para trabajar la fuerza de los brazos, se usa el peso del cuerpo, como en esta postura, al igual que en el gimnasio se usan las mancuernas.
Es una postura que requiere una buena dosis de paciencia y perseverancia, no es muy difícil de hacer, pero es importante atender a los detalles.
A nivel físico kakasana fortalece los brazos, pero es importante apoyar bien las manos y mantenerlas activas para no dañar las muñecas. Actua también sobre los órganos abdominales, ya que para hacer esta postura hay que tener activa la musculatura de esta zona.
A nivel energético trabaja sobre los chakras inferiores, relacionados con los aspectos más básicos y terrenales. Muy importantes para poder avanzar hacia el trabajo más mental y espiritual.
A nivel mental estimula la determinación, la confianza y ayuda a centrar la mente como todas las posturas de equilibrio.
Kakasana activa todo el cuerpo y la mente, estimula la autoestima. Practícala con calma y atendiendo a la técnica para no forzar en exceso al principio. Verás como el día menos pensado te despegas del suelo y eres capaz de mantener la postura con comodidad.
Te animo a que la practiques y sobretodo, que la disfrutes. Namasté.
Kakasana o postura del cuervo
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